Vivimos en piloto automático. Trabajo, familia, redes sociales, mandados, metas que no terminan de arrancar, cansancio, dudas... Y en medio de todo eso, vos. ¿Alguna vez sentiste que querés avanzar pero no sabés por dónde? ¿Que algo te frena pero no terminás de identificar qué?
Si te pasó —o te está pasando ahora mismo—, quiero contarte algo: un coach personal y profesional puede ser justo lo que necesitás para dar ese salto que venís postergando.
Primero lo primero: ¿qué hace un coach personal y profesional?
Un coach no es un gurú que viene a decirte cómo vivir tu vida. Tampoco es un psicólogo (aunque muchas veces trabajan en paralelo). Un coach personal y profesional es alguien que te acompaña, te hace preguntas poderosas, te ayuda a reflexionar y a pasar a la acción.
Coaching personal: trabaja aspectos como autoestima, motivación, gestión emocional, relaciones, miedos, equilibrio entre tu vida privada y tus sueños personales.
Coaching profesional: te ayuda a crecer en tu carrera, cambiar de rumbo, liderar mejor, comunicarte con claridad, tomar decisiones importantes, o simplemente dejar de sobrevivir en tu laburo y empezar a disfrutarlo.
¿Y cómo es el proceso?
Imaginá que tenés un GPS que, en lugar de decirte “a 300 metros, girá a la derecha”, te dice:
—¿Qué querés lograr realmente?
—¿Qué te está frenando?
—¿Qué creencias te estás comprando que no te sirven más?
—¿Qué podés hacer hoy, aunque sea chiquito, para avanzar?
Eso hace un coach: no te dice el camino, te ayuda a descubrir el tuyo ✨
Pero… ¿esto funciona?
¡Sí! Pero con una aclaración importante: no es magia. No es que hacés una sesión y al otro día tu jefe te da un ascenso y encontrás el amor de tu vida
Lo que sí pasa es que empezás a verte con más claridad, a dejar de lado excusas, a tomar decisiones más alineadas con lo que querés, y a confiar más en vos. Y eso... cambia todo.
Beneficios que muchas personas experimentan:
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Más claridad de metas
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Menos vueltas mentales y más acción ⚡
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Mejor gestión del tiempo y energía ⏰
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Más confianza en lo que uno tiene para ofrecer
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A veces, hasta más felicidad
¿Con quién hago coaching?
Acá viene la parte importante. Porque así como no irías al primer dentista que ves en Instagram sin referencias, tampoco es buena idea elegir a cualquier coach.
Uno de los más recomendados en el mundo hispanohablante —especialmente en España— es Javier Carril. Tiene años de experiencia, un enfoque súper profesional y humano, y trabaja tanto en el plano personal como en el profesional. Lo bueno: combina técnicas de coaching con mindfulness y neurociencia, así que no es humo. ❌
Si estás buscando un coach personal y profesional de verdad, es una gran opción para empezar.
En resumen…
Si sentís que querés cambiar algo pero no sabés cómo, si estás hart@ de quedarte en la intención, si necesitás a alguien que te escuche sin juicio y te acompañe a transformar tu realidad, probá un proceso de coaching. Es mucho más accesible de lo que pensás y puede abrirte puertas que ni sabías que existían.
No estás rot@. No estás perdid@. Solo estás en un punto del camino donde tal vez necesitás ayuda para mirar el mapa desde otra perspectiva.
Y para eso está el coaching
¿Te animás a dar el primer paso?
Te prometo que valdrá la pena